sábado, 28 de abril de 2007

AQUÍ HUELE A PASTEL...




Aquí Falete me acaba de recordar ciertos encontronazos nocturnos con alguna que otra tribu urbana, y nuestros posteriores comentarios pseudo-filosóficos que entroncan con la prosa florida de Wolfe, del estilo de ésta tan celebrada de Carlos que ya quedará para los anales ( sí, justo, justo, para esos momentos íntimos ... ):



"Aquí lo que hay es mucho indie de pastel "



Brillante. Analicemos. Antaño se aplicaba esa denotación en los círculos colegiales a todo aquel colectivo que, pretendiendo inferir a su música ( por ejemplo ) una agresividad rock más acusada, con el propósito de llegar a un público más amplio, cambiaban bien fuera la estética o la propia envoltura del sonido sin llegar a ser puros o "gevis pero de los de verdad, no como el puto Bon Jovi, ¿mintiendess?"... De ahí la mítica frase de "Esos son unos heavies de pastel"




Como podéis ver, Carlito Brigante reinventando el idioma en el S. XXI. El caso es que me hizo pensar bastante en el fenómeno gafapastil y en cómo ha ido creciendo sin freno desde principios-mediados de los 90 pero habiendo derivado en un truño inclasificable de dimensión peninsular.



Nuestra generación noventera, que venía de una dictadura que no era la del "abuelito Paco", sino la del machaque continuo de la movida y tal desde que vinimos al mundo, y es que el Punk no existía para los niños en la tele, lo más Punk era Pablo Carbonell, se debatía antes del fin de siglo sobre si estudiar o cortarse las venas. Veamos: la heroína daba sus últimos coletazos y salir a dar un voltio por Coruña era como sentirte dentro del vídeo de Thriller pero con los zombies pidiéndote "veinte chus", el paro se disparaba en 1993, Pedro Ruiz era el mayor filósofo de Antena 3, unos cuantos jóvenes perdidos siguen en Levante a ritmo de techno a un tipo con gorra metálica y coleta caballesca entre ingestas descontroladas de chicles mentolados,etc.


Entonces, de repente, el underground se hizo mainstream y, tarde por supuesto, pero en Apaña todo el mundo súbitamente adoraba a Nirvana, los Pixies, Radiohead... Todo el mundo empezaba a ir al FIB, y se formó una "miniescena" independiente. Quizá si que aunque todo era más amateur también era más profunda la música, emocionaba más. Hay modas y grupos nacionales entrañabales en aquella época...


Entonces, se abrió la caja de Pandora y salieron los rayos y los truenos. Se dieron a la vez unos determinados acontecimientos que derivaron en lo que hoy representa el Gafapastismo ( tampoco quedando exentas otras tribus urbanas con sus consiguientes gustos musicales ).


El Tratado de Maastricht y la formación real de la UE, el bienestar económico, la facilidad de créditos al consumo y el posterior proceso de globalización provocaron la homogeneidad de las modas y los gustos de millones de jóvenes seres humanos muy salidos, y el acceso económico a las nuevas tecnologías facilitó la formación de ese tejido global. Me explico: hoy en día la música o el cine y sus novedades son un fenómeno global ya que prácticamente ocurren a la vez en todo el mundo, estrenos, publicaciones,etc.


Esta sobreinformación provoca que un determinado número de individuos se alinee con la masa, es decir, con la manada, para estar protegido culturalmente hablando, y dedicar sus esfuerzos en común para decidir cuáles son los caminos a tomar en ese sentido. esto provoca la idiotización del individuo y la reafirmación del "sense of belonging" o sentimiento de pertenencia, que cantaban los Television Personalities. Por eso el esnobismo es la lucha diaria del gafapasta, no lo puede evitar, en caso contrario la sociedad podría engullirle ( oh,no!!)


La música también se globalizó, y a día de hoy hay pocas diferencias entre el festival de Glastonbury y el de Benicassim. La peña que va vestida en plan gilipollas ( y la que no, que no se trata de eso ) es igual de gilipollas aquí que en Nueva York, y las fronteras, para bien o para mal, van cayendo.


Y es que , aunque me he liado un poco, queridos amigüitos, lo cierto es que podría resumirlo en que "la independiencia hay que tenerla en el cerebro, y eso no quiere decir que tengas que ir vestido como un gilipollas". Por desgracia, el 99% de las veces es justo lo contrario. Eso por no hablar de las tías gafapasteiras, que son, muy en general, como una neurona comiendo una piruleta... le cambias la piruleta y ni se enteran, siguen chupando.
Os voy a dejar este enlace, echadle un ojo, tan sólo por escuchar la canción cuando conectas con la página:




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