Dado que no tengo sueño, voy a reflexionar un poco y depositar aquí un poco de detritus mental revisando el concepto de contracultura.
Ciertamente, se mire por donde se mire, y a pesar de la tabarra que siempre dan las clases dominantes en cada época sobre si su generación fue la rehostia ( supongo que la nuestra también lo hará ) hay que reconocer que los años 60 fueron un caldo de cultivo del copón en los USA y GB. Bienestar económico y capacidad de consumo, libertad de pensamiento y acción dejando atrás la Segunda Guerra Mundial y el puritanismo de la década anterior, así como el aumento de la inmigración en las grandes ciudades. Creatividad y aumento de relaciones mercantiles internacionales, mayores flujos de tráfico de estupefacientes, la guerra de Vietnam, el auge de los psicodélicos, la libertad sesuarrlll de la mujer nosotras-parimos-nosotras-decidimos...
Todo fue un estallido, el siglo XX había sido duro, más guerras y muertos que nunca, más revoluciones que nunca, más población que nunca y a escala geométrica, las teorías económicas que no aprendían de los errores del pasado, es decir, multitud de variables en un mundo en cambio constante.
La contracultura se gestó en las calles, en las universidades, en los ghettos, en los medios de información. El acceso a la educación ( y ojo que aprender a leer y a escribir no era tan común como nos podemos pensar a nivel global ) posibilitó que toda una generación empezase a pensar.
No es que el anarquismo o el marxismo o el hippismo fuesen una solución, es que lo que había no podía seguir siendo. Por medio de Guatepeor a lo mejor acabamos saliendo de Guatemala hacia sabe dios dónde.
El hedonismo y la lucha política fueron las constantes de la época junto con la experimentación sensorial y conceptual. Siempre recuerdo una escena de " The Doors " de Oliver Stone donde un Morrison ( Kilmer ) fuera de sí se deja la garganta al grito de sin reglas, sin ataduras, muy parecido al no hay futuro o ni Dios ni amo del punk.
El amigo Jim en estado salvaje se lanza a por el público mientras la policía se ve incapaz de detenerlo y montan una especie de conga al más puro estilo Hare Krishna. La peli de hecho no es una biographic picture sino un reflejo de toda una generación. Cada cual buscaba su destino dentro de una desorientación total.
Otros exponentes fueron Hendrix o Joplin. Esta última a pesar de su energía vocal desprendía un aroma de soledad e incomprensión reflejada en varias de sus canciones, como las maravillosas "Summertime" o " Little Girl Blue ". La vida de los máximos exponentes del movimiento les superaba, y la contracultura pasó a integrarse dentro de la macrocultura o cultura dominante ante la imposibilidad de muchos de sus pretendidos axiomas, de su no-organización, y del poder establecido que ha controlado, controla y controlará en todas las épocas todos aquellos focos de rebeldía que le supongan una seria amenaza para sus estructuras, permitiendo sólo aquellas que creen una ilusión en cualquiera de los colectivos de la sociedad.
Dentro de todo esto, lo cierto es que, como siempre, la ciudad de Nueva York es un estado independiente dentro del globo, el estado europeo más al Oeste, como dicen algunos.
La Generación Beat, ya en los 50, destapó la cara más contracultural y antisistema de América, ofreciéndonos una rebelión soterrada que provenía de los clubes de jazz, del opio, de la literatura de la Gran Depresión y cuyos máximos exponentes fueron Will Burroughs, Allen Ginsberg y Jack Kerouac.
De golpe pusieron sobre el tapete la cuestión racial, la filosofía, las drogas, el epicureísmo, la homosexualidad... como poner un lupanar en cada barrio de América. Luego vino el pop art de Warhol y Liechtenstein y el rock de la Velvet Underground, la experimentación sónica, el placer por el placer, los bajos fondos, el proxenetismo, el lado oscuro de la revolución...
Nueva York lleva siendo un oasis contracultural continuo desde los años 50 independientemente del resto del mundo con movimientos culturales incipientes, libres y despreocupados del sistema. Punk, new wave, Noise, Antifolk, si bien no escapa a las reglas. Cayó el muro y cayeron las fronteras, todos parecemos igual de gilipollas y vivimos en un bipartidismo general en todo el mundo para que nos den vuelos baratos en aviones baratos.
Último apunte y de los más representativo: Bob Dylan. Pasó de tocar con Joan Báez en la Gran Marcha sobre Washington de Luther King a desisitir del tema político con tanta intensidad, aceptar la derrota, experimentar con las drogas y la electricidad y, finalmente, convertirse al cristianismo y besarle la mano a un polaco siempre vestido en plan capoeira. Éche o fin da revolusión.
Enlace "coltoral":
Mañana ya es viernes. Biennnnn!!!!!
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